Confesiones Apasionadas.

“La vida era lo bello y el querer el placer; nuestro único deber. La felicidad dura una hora, y ante el miedo del hombre se evapora”

Confesiones apasionadas:

"Yo confieso que, cuando era joven quise a un hombre que no se caso conmigo porque no tenía nombre. Confieso también, que mi madre me enseñó otra forma de vida a la que me resistí al principio, pero aprendí a apreciar. Yo confieso que me convertí en cortesana; cambié el amor por el poder y tuve muchos en lugar de entregarme a uno solo.

Yo confieso que prefiero ser prostituta y libre, a ser obediente. Yo confieso que encuentro mas éxtasis en la pasión que en la oración. Quizá porque mi pasión es mi oración. 

Confieso que aun sueño por sentir los labios de mi amado, sus manos sobre mi cuerpo, sus brazos rodeándome… Yo soy suya para siempre. 

Yo confieso que aun ansío sentirme plena y en llamas, derretirme en el sueño de los dos; mas allá de este turbulento lugar, donde ni siquiera seamos nosotros y saber que él siempre será mío.

Si yo no hubiera sido así, si hubiera vivido de otra manera, obediente a los caprichos del esposo, con el alma amargada por la falta de contacto y amor... Confieso que los días serian eternos y el castigo mayor que el que nadie pudiera infringirme.

Vos y los demás ansiáis todos lo que yo doy, pero no soportáis ver a una mujer con tanto poder; y llamáis al mayor regalo de Dios, a vuestra alma, a nuestro anhelo de amor… Lo llamáis pecado, delito y brujería.

Me arrepiento de no encontrar otro camino ante mí, no me arrepiento de mi vida".

Las cosas siempre son lo que parecen, y la creatividad no sólo se aplica a una hoja en blanco.